jueves, 28 de julio de 2016

100 días para el Maratón de Nueva York: precio especial en mi novela.


Como estamos a 100 días del Maratón de Nueva York, aprovecho para poner un precio especial a mi novela "42,2 Muerte en Central Park", la novela policíaca del Maratón de Nueva York.
Para e-book en Amazon, y en papel en Bubok.

42,2 Muerte en Central Park: Novela policíaca con el Maratón de Nueva York de fondo. Me inspiré para escribir este libro en mi propia experiencia de ir a correr el Maratón de Nueva York el año que se suspendió por las secuelas del huracán Sandy, por lo que tuve que volver un año más tarde.

Sinopsis:
David llega a Nueva York para correr el maratón, pero a causa del huracán Sandy el alcalde suspende la carrera. Al ver la frustración de la gente, David decide hacer justicia y mata al alcalde.
Al cabo de un año regresa al maratón y mientras se prepara para lo que le espera en la meta recuerda su fuga seguido por Peter, el único policía que le descubrió.
En su huída por los EE.UU., David se ve obligado a erigirse en justiciero, dejando atrás otros cadáveres. Además, por el camino encuentra el amor.
La justicia y la venganza son el tema de un relato que mezcla el mundo real con el onírico y en el que el sueño de correr el Maratón de Nueva York se convierte en realidad.
Una carrera introspectiva por el mundo del maratón, la literatura y los paisajes de EE.UU., así como una mirada al sentido del bien y del mal.

martes, 12 de julio de 2016

Ciclismo y trail en Pirineos (Tour de Francia)

Bueno. Un año más, un grupo de amigos de la Sociedad Ciclista Bilbaina hemos cumplido con la tradición de pasar unos días en el Tour de Francia y yo he podido hacer mi peregrinación anual al Tourmalet, a donde he de subir una vez al año por lo menos, ya sea en bici o en coche (o corriendo, como el año pasado).
Este año el pueblo base ha sido Arreau, que estaba muy cerca de la meta de las etapas del Tour del viernes y del sábado.
El jueves, tras instalarnos en los apartamentos, algunos salieron en bici a rodar algo y otros fuimos en coche hasta Loudenvielle para dar la vuelta al bonito lago que hay allí. Yo di la vuelta corriendo a ritmo muy lento. Solo son 2,5 km, pero no me encontraba bien y me costaba respirar, así que con una vuelta tuve suficiente.
Ya el viernes por la mañana hicimos en bici la vuelta por el Col d'Aspin y la Hourquette d'Ancizan antes de comer algo y acercarnos al comienzo del Aspin a esperar a la carrera.
El sábado nos tocó una etapa un poco más dura. Salimos hacia Saint Lary y subimos el Col d'Azet, una de las pocas subidas de esta zona de Pirineos que no conocía. Un puerto muy duro, con casi 8 km enteros en los que la pendiente se mantiene en torno al 9% con alguna rampa muy dura. Arriba disfrutamos de las espectaculares vistas hacia el Peyresourde.
Descenso rápido y mientras algunos volvían a Arreau a comer antes de acercarse de nuevo a ver la etapa, yo decidí subir hasta la cima del Peyresourde para recordar mis antiguas gestas cicloturistas por la zona.
Tras un ascenso bastante lento, bajé al cruce de Loudenvielle y me paré en un bar a comer un bocata y a ver la etapa por la tele. Cuando ya quedaba poco para que la carrera se acercara a ese punto, bajé un poco más hasta encontrarme con el resto del grupo, que habían regresado en bici, y ya estuvimos allí viendo la carrera.
Regreso rápido a Arreau, salvo la primera parte en la que había un atasco considerable que casi no se podía pasar ni andando. Luego ducha y a descansar antes de la cena.
El domingo era el día de regreso, pero lo aprovechamos bien. Algunos fueron en bici hasta el Tourmalet y otros fuimos en coche hasta esa mítica cima. Desde el puerto fuimos por la pista que lleva hasta el observatorio astronómico del Pic du Midi. La mayoría subieron andando pero Saioa y yo hicimos una buena parte corriendo hasta que ya la pendiente del final te obliga a caminar. Algunos tramos están todavía cubiertos con algunos neveros pero, salvo uno que estaba un poco complicado, se pasaban bien.
Arriba, a 2.877 metros de altitud, las vistas son grandiosas y como hacía buen tiempo pudimos disfrutar unos minutos de relax antes de bajar.
Quitando la primera parta difícil de bajada, Saioa, Gontzal, Sergio y yo bajamos corriendo hasta el puerto. Una gozada y unos días muy agradables en los Pirineos. Deseando ya que llegue el Tour'17.
Os dejo unas fotos de la expedición.
Un año más con mi hijo Alex disfrutando del Tour.

Todo el grupo. Falta Jorge que fue al monte de montañero.

Hourquette d'Ancizan.

Descanso tras el descenso de la Hourquette.

Comienza la caravana del Tour. Un espectáculo.


Cummings al pie del Aspin. Ganaría la etapa.

Cancellara. Uno de los mejores corredores de la última década.



Este mojón me inspiró para mi primera Transpirenaica.

A tope la cima del Peyresourde.

Sky en cabeza. Tónica general de la etapa del sábado.

Chuleta de la etapa que se le cayó a un corredor.

Muy tranquilo el lago de Loudenvielle.

Corriendo un poco por el lago.

Thibaut Pinau. Protagonista de la etapa, primero por delante y luego por detrás. Muy luchador.



Cavendish rozando el Fuera de Control.

Subida del Aspin.

Precioso ascenso a la Hourquette d'Ancizan.




Subida al Col d'Azet.

Subiendo se ve enfrente la subida a Saint Lary.

El Peyresourde y Peyreagudes desde la cima del Col d'Azet.

Y la cima del Col d'Azet desde el final del Peyresourde.

En julio de 2014 han puesto en Sainte Marie de Campan esta estatua en recuerdo de la historia de la rotura de la horquilla que sufrió Eugene Christophe en 1913 y que le costó el Tour.

Subiendo hacia el Pic du Midi.





Paso complicado por el nevero.

Este nevero era más sencillo.

Llegando a la cima.


Preciosas vistas desde 2.877 metros de altitud.

Alex.

Gontzal y Saioa bajando por un nevero.


Gontzal, Saioa y Sergio ya en el Tourmalet.



Antes de salir para la excursión del viernes.


Librería en Arreau con mi libro de la Transpirenaica en francés en el escaparate.

Portico de la Iglesia de Arreau, con una parte del s. XII.

Bajando corriendo del Pic du Midi.


Subiendo la Hourquette.

Bajando del Pic du Midi.