lunes, 27 de junio de 2016

Garmin Forerunner 235: Decepción como pulsómetro (2ª parte)

El pasado 5 de marzo subí aquí un post contando mis problemas con el pulsómetro Garmin Forerunner 235.
Me había quejado al S.A.T. de Garmin España de que la medición del pulso en la muñeca del 235 funcionaba mal. Me revisaron la unidad y me la devolvieron y me dijeron que era normal la falta de precisión de la medición del pulso en la muñeca.
Les volví a escribir con la misma queja, ya que no había mejorado tras su revisión, con algunos gráficos del pulso medido en la muñeca con el Forerunner 235 frente a la medición del pulso en el pecho con un Garmin Edge 800.
Me respondieron que les volviera a remitir la unidad, y tras revisarla me enviaron una unidad nueva.
Pensé que así se solucionaría el problema, pero tras hacer varias pruebas con ella vi que el funcionamiento era el mismo que con la anterior unidad.
Aquí podéis ver dos gráficas de un mismo ejercicio de series con la unidad 235 nueva y con el Edge 800 y como veis el Garmin Forerunner 235 no sirve para entrenar como pulsómetro si no usas una cinta de pecho.


Me volvieron a responder que es normal que la medición del pulso en la muñeca no sea tan precisa como la de la banda en el pecho. Así que les dije que me gustaría cambiar cambiar el 235 por otro pulsómetro, como el 630, ya que si hubiese sabido esa falta de precisión no lo hubiera comprado.
Me dijeron que no se podía cambiar la unidad por otra y me dieron esta respuesta:

Aunque nuestro monitor de FC incluye tecnología punta, existen limitaciones inherentes a la tecnología que pueden provocar que algunas de las lecturas de frecuencia cardiaca sean imprecisas en función de ciertas circunstancias. Estas circunstancias incluyen las características físicas del usuario, el ajuste del dispositivo y el tipo y la intensidad de la actividad, tal y como se ha descrito anteriormente. Los datos del monitor de FC no se deben utilizar para fines médicos o para diagnosticar, tratar, curar o prevenir ninguna enfermedad o afección.
Por lo que desde Garmin, recomendamos utilizar el sensor óptico interno para el control wellness, pero para entrenamientos  recomendamos el uso de una banda pectoral –revisar compatibilidad- , las mediciones siempre serán más precisas con la banda pectoral, la tecnología óptica tienes sus limitaciones.

En fin. Volví a insistir en que entiendo una falta de precisión, pero no que me marque, como lo hace, pulsaciones con un desvío sobre mi pulso real de 30 y 40 pulsaciones por arriba y por abajo.

Su última respuesta fue ésta:

Siento comunicarle que no es posible el cambio de un equipo por otro modelo por dicha razón, en todo caso deberia de hablarlo con quien se lo suministró. En todo momento Garmin deja claro que los sensores elevate son para uso wellnes y que su uso para deportes de intensidad puede no ser exacto debido al propio movimiento que recibe el reloj en la muñeca, para ello disponemos de los packs rendimiento pensados para lo que su propio nombre indica y donde el dispositivo ya se entrega con una cinta acorde al deporte para el cual está indicado.
Aluciné con la respuesta, ya que es un pulsómetro para correr, no para wellness (que no sé ni lo que es), y les contesté esto:

En la página de Garmin, en la especificaciones del Forerunner 235 (que está entre los dispositivos para running) pone: "Forerunner 235 utiliza un sensor óptico que mide continuamente la frecuencia cardiaca desde la muñeca (2), por lo que ofrece la posibilidad de correr sin una cinta para el pecho".
Según esto, parece claro que el 235 es un dispositivo para usar en actividad de running sin usar cinta del pecho.
Si voy a la nota (2), pone que: "Aunque nuestro monitor de FC incluye tecnología punta, existen limitaciones inherentes a la tecnología que pueden provocar que algunas de las lecturas de frecuencia cardíaca sean imprecisas en función de ciertas circunstancias. Estas circunstancias incluyen las características físicas del usuario, el ajuste del dispositivo y el tipo y la intensidad de la actividad, tal y como se ha descrito anteriormente".
Entiendo que pueda haber una imprecisión del sistema en "algunas lecturas" bajo "ciertas circunstancias", pero entiendo que una imprecisión pueda ser que el pulso que señala el dispositivo oscile en un rango de +- 5 o 7 pulsaciones por encima o por debajo de las reales, pero, en mi caso al menos, el 235 me marca un pulso con un error de 20 o 30 pulsaciones por encima o por debajo si no llevo la banda del pecho. Con lo que no "ofrece la posibilidad de correr sin una cinta para el pecho" como se anuncia en las características de este producto.
Por tanto, considero que he adquirido este producto influenciado por una publicidad engañosa sin la cual no lo hubiera comprado, y por ello es por lo que les solicito el cambio de modelo.


Ya no me han vuelto a contestar más, así que a partir de ahora, cuando necesite los datos de pulso (casi siempre) usaré la cinta del pecho, que es lo que quería evitar y por lo que compré el 235.
Bueno, que lo sepáis si estáis pensando en comprar un Forerunner 235.

miércoles, 22 de junio de 2016

Correteando por el Señorío de Bertiz (Navarra)

Este pasado fin de semana me tocaban días de bicicleta por Elizondo, en Navarra, con mis amigos de la Sociedad Ciclista Bilbaina. Mi intención era correr el sábado por Bertiz y el domingo andar en bici por el puerto de Artesiaga hasta Eugi. Pero como se anunciaba lluvia para los dos días (como así fue) ni siquiera me llevé la bici y he corrido los dos días.
El sábado hice CaCo (caminar - correr) por el Señorío de Bertiz, que es un parque natural precioso y muy recomendable para visitar (mejor si no llueve, aunque aquí lo habitual es que llueva).
Qué gozada es correr por sitios así.

Partiendo del parking del Parque, en el pueblo de Oieregi, fui medio andando medio corriendo hasta la cima del monte Aizkolegi, punto más alto del parque con 841 metros. Se trata de una pista cómoda que, salvo un corto tramo inicial de asfalto llano, luego va ascendiendo sin demasiada pendiente pero de forma continua.
Arriba se encuentra una casa en mal estado, que era la segunda residencia de los dueños anteriores del parque (Pedro Ciga y Dorotea Fernández), ya que fue una finca particular antes de ser Parque Natural.
No me encontré demasiado bien, así que caminé más de la cuenta y corrí despacio cuando lo hice. El descenso lo hice por el mismo camino, con lo que me salieron algo más de 21 km en 2:45 horas. Según bajaba solo podía pensar en el bocadillo de txistorra que me iba a comer en el pueblo, como así lo hice antes de ducharme e ir a comer (pillé una buena pájara, jeje).
El domingo, mientras los demás hacían su segunda etapa en bici con menos lluvia que el sábado, me acerqué hasta el pueblo de Erratzu, donde dejé el coche y completé otra sesión más corta de CaCo, aunque con más barro, hasta la cascada de Xorroxin. Bueno, solo llegué hasta la primera cascada, porque luego me enteré de que la grande está más arriba de donde llegué yo. Lástima.
De todas formas un bonito y tranquilo fin de semana, aunque con mal tiempo y malas sensaciones en cuanto a mi estado de forma.
En principio este próximo sábado me toca mi "Gorbea Beat the Sun", pero tal vez lo aplace. No me encuentro demasiado fuerte y anuncian mal tiempo. Ya veré.

Elizondo, capital del Baztan.



Casa en ruinas en la cima de Aizkolegi.


Todo el parque del Señorío de Bertiz es una maravilla.



Cascada pequeña de Xorroxin.




Vista del Valle de Baztan.

Mapa del Señorío de Bertiz. Yo subí y bajé por la ruta verde.

sábado, 11 de junio de 2016

Gorbea "Beat the Sun": mi próximo reto

Esta mañana he hecho un poco de CaCo (Caminar - Correr) por algunos caminos del Gorbea. Este monte es el más alto de Bizkaia y de Álava, y uno de los más queridos por los vascos. Para mí es un monte especial, ya que desde que era un crío tengo recuerdos de subir hasta la Cruz primero con mi padre y luego con amigos o en solitario. Incluso tengo publicado un libro que escribí hace años sobre doce rutas por el Gorbea, una por mes, así que es una montaña importante en mi vida.


El año pasado me enteré por las redes sociales, y luego en un reportaje en Teledeporte, de la carrera "Beat the Sun" organizada por Asics en el Montblanc. Es una carrera en la que equipos de corredores mixtos, entre corredores populares y profesionales que representan a todos los continentes, tratan de vencer al Sol haciendo un recorrido alrededor del Montblanc, unos 150 km, entre el amanecer y el anochecer del día del solsticio de verano, 15 horas y 41 minutos en Chamonix, donde empieza y termina la carrera.
Pues bien. En cuanto vi el reportaje tuve la idea de hacer mi particular "Beat the Sun" en casa.
Hace tres veranos hice andando desde mi casa el recorrido por monte desde Bilbao hasta la Cruz del Gorbea (y descenso hasta Pagomakurre). Me salieron unos 50 y pico kilómetros. Así que se me ocurrió que para mi "Gorbea Beat the Sun" haría el recorrido Bilbao-Gorbea-Bilbao, intentando completarlo en el tiempo de luz solar del día más largo del año en Bilbao, que son 15 horas y 21 minutos, 20 minutos menos que en Chamonix, que está más al norte.
Durante las últimas semanas, entre mis entrenamientos normales de correr, he ido algunos días al Gorbea para repasar las zonas de la ruta que menos conozco y así no tener dudas sobre qué sendero seguir el día del reto, que, si el pronóstico del tiempo es bueno, será el próximo sábado 25 de junio, ya que el día del solsticio es el 21 de junio que cae en martes.
Mi plan será ir el día antes hasta el puerto de Bikotx Gane, que está más o menos a mitad de camino entre Bilbao y el Gorbea, dejar allí el coche con agua, comida y algo de ropa para así tener avituallamiento y material de apoyo tanto a mitad de la ida como a mitad de la vuelta (además de tener el coche por si algo se tuerce y me retiro). Tras dejar el coche volveré a Bilbao en bici y al día siguiente saldré de casa más o menos a la hora de la salida del Sol con la intención de regresar de nuevo antes del ocaso.
Me saldrán algo más de 80 kilómetros, por lo que si solo voy caminando, y teniendo en cuenta el desnivel acumulado (más de 4.000 metros), las abundantes zonas de gran pendiente y las paradas que haga, no creo que pueda hacerlo en 15:21 horas. Así que en las zonas más fáciles tengo que correr, con lo que el reto es más atractivo, ya que se me convierte en un ultratrail de montaña.
Es un objetivo bonito y llevo pensando en él bastante tiempo, con lo que creo que tengo el plan bastante organizado en cuanto a qué llevar y qué ruta seguir (ya sabéis eso de que cuanto más loca es la aventura, más cuerdo ha de ser el aventurero).
En fin, que ya os contaré cómo me va. Por ahora es un desafío que me mantiene ilusionado. Después ya vendrá el tiempo de empezar en serio con la preparación del Maratón de Berlín, que es el reto de otoño.

Bajando de la cruz tras ver el amanecer en la cima el pasado 22 de diciembre.

Mi libro del Gorbea

lunes, 6 de junio de 2016

II Subida a los Lagos de Covadonga (corriendo)

Este domingo pasado participé en una carrera diferente y muy atractiva (y dura): la Subida Pedestre a los Lagos de Covadonga.
Cuando uno de los amigos de los Beer Runners de Bilbao, Iñaki, comentó hace unos meses que iba a ir a correrla, enseguida me animé yo también. Los Lagos es uno de los puertos míticos de la Vuelta a España y del ciclismo mundial. Yo en bici lo subí hace años en la marcha cicloturista “Subida a los Lagos de Covadonga” (que se corrió el sábado, por cierto) y en varias ocasiones que me he acercado hasta allí a ver la Vuelta. Y como el año pasado inicié en el Tourmalet (mi puerto favorito) mi lista de subidas a puertos míticos corriendo, pues qué mejor ocasión que una carrera organizada para sumar mi segundo gran puerto a mis piernas de corredor (mis piernas de ciclista tienen una muy larga lista de puertos ascendidos en muchas partes de Europa).
Esta foto resume muy bien la carrera: rampas duras y cara de satisfacción.

En fin. Que tontamente nos juntamos entre Beer Runner y amigos casi una docena de personas que formamos parte de los 117 valientes que llegamos hasta la meta (supongo que saldrían algunos más). La mayoría de nuestro grupo fue el viernes, y tres fuimos desde Bilbao el mismo domingo, tras un buen madrugón.
El día salió tristón, con algo de sirimiri, perdón, orbayu, como le llaman en Asturias, y una niebla que impidió admirar los bonitos paisajes de esta preciosa carretera a los que no la conocían. Para correr igual es mejor así, pero yo hubiera agradecido algo de sol en la subida, y sobre todo arriba, tras terminar.
De salida nos fuimos quedando por la parte de atrás del pelotón. La subida es dura y es mejor pecar de prudencia al principio. Luego ya nos fuimos desperdigando un poco, ya que algunos caminaron a tramos y otros nos paramos a hacer algunas fotos. Yo acompañé a Diana y Txus hasta el km 6, más o menos, y luego apreté un poco para ir subiendo con el objetivo de no caminar ni un metro de la subida.
Se me hizo algo dura la parte desde la Huesera hasta el Mirador de la Reina, ya que ahí es donde más pendiente hay y donde se me cargaron bastante los gemelos y sóleos, tanto que descarté mi idea inicial de bajar el puerto corriendo tras la carrera, en vez de esperar al autobús. Por suerte, desde el km 9 ya hay más descansos, alguna bajada y ya no hay rampas duras.
Poco a poco fuimos coronando la carrera y no tardamos en juntarnos todos en la meta con una sonrisa amplia en nuestros rostros, ya que ésta es de esas carreras que te dan una gran satisfacción solo por llegar a la meta.
Diana y Txus, que iban un poco temerosos de la subida, lograron terminar como campeones, tras una subida llena de risas y de esfuerzo. El gran Iñaki también entró en meta alzando los brazos. El año pasado subió el Angliru y este año Lagos. Parece que se va a especializar en puertos asturianos.
Nadia, que iba un poco lesionada, también llegó a meta con la ayuda de Juantxu, que podía haber llegado el primero de los Beer Runners con facilidad, pero prefirió ir por detrás para ayudar a Nadia a terminar. Un ejemplo de un gran corredor y persona.
Los demás que nos acompañaron llegaron a meta bastante antes que nosotros, pues tienen un nivel mayor, pero se agradeció su presencia en el pre y en el post carrera.
Quiero hacer una mención especial a la magnífica organización de la carrera. Es verdad que al ser pocos participantes es más fácil tratar bien a todos, pero por 16 euros tuvimos una carretera cortada solo para nosotros, camiseta, dos puestos de agua en el recorrido y un buen avituallamiento en la meta, autobús para bajar, subida a meta de nuestras bolsas (que ya venían con la etiqueta pegada de cada uno) y una entrega inmediata al llegar arriba, una masajista, cronometraje con chip, trofeo-recuerdo, duchas en Cangas de Onís, etc. Un 10 para la organización.
En resumen. Una carrera dura pero muy motivante por el reto que significa, una jornada muy agradable entre amigos y buenos momentos, y una muesca más en mi haber deportivo. Espero seguir mucho tiempo sumando este tipo de experiencias. Son de las que mejor recuerdo me dejan.
Foto antes de salir. Casi salimos todos los participantes.

Esperando el momento de empezar a correr.

Típica foto de los pies dándose ánimos unos a otros.

Primeros compases y todos los Beer Runners Bilbao juntos. 

El pelotón se estira.

Ya en las primeras rampas duras.  

Diana dice que iba con miedo a la carrera, pero no dejó de hacer el tonto en toda la subida. Qué tía. 

Aprovechando el avituallamiento para seguir nuestro lema: mucho más que correr.

Llegando a La Huesera con buen ánimo y buena cara.

Última curva y entrada en meta bajando.

El gran Iñakitxu cruzando el arco de meta.

Diana contenta. No es para menos.

Y Txus, que casi no puede entrenar pero llegó a meta como un campeón.

Foto de grupo antes de bajar. Qué pena la niebla.