domingo, 23 de agosto de 2015

Cómo correr un maratón (1)

En mi anterior post traté el tema de “Cómo preparar un maratón”. Hoy dedicaré este nuevo post a “Cómo correr un maratón” una vez que ya lo hemos preparado. Es decir, cómo afrontar el día de la carrera y las diferentes fases de la carrera después de los meses que hemos estado entrenándonos y cuidándonos para un día tan importante para nosotros.
Como es un tema largo lo voy a subir en dos entregas (para mantener el suspense, como en las novelas).
Como dije en la anterior ocasión, yo no soy entrenador, así que aquí solo plasmo lo que he aprendido tras leer mucho sobre este tema y tras haber terminado los doce maratones en los que he salido. Cualquiera que haya corrido varios maratones ya sabrá, seguramente, cómo afronta esta distancia, pero para los que están preparando su primer maratón es posible que lo que yo explique aquí les sirva para algo. Eso espero y es para lo que subo este post de hoy y el siguiente.
Un aviso: en este artículo me dirijo a aquéllos corredores que afrontan un maratón (el primero o no) con la intención de terminarlo en condiciones, no a los que afrontan la carrera para lograr su MMP. Para éstos, puede que muchos de los consejos que aporto no les sirvan y seguramente ya tendrán una estrategia y una experiencia más útiles.
Así que, como dijo Jack “el destripador”, vayamos por partes.

El día antes
El día anterior a un maratón tiene una gran importancia en el resultado final de la carrera. No es un día para comer de cualquier manera, ni para estar ocho horas haciendo turismo por la ciudad del maratón, ni para tomar unas copas por la noche. Por supuesto todo esto lo podemos hacer, y de hecho lo hacemos a veces, porque nosotros no somos profesionales y si nuestro objetivo es solo acabar la carrera tampoco es cuestión de sacrificar otras cosas agradables de la vida.
Por ejemplo, no es lo mismo correr el maratón de tu ciudad que correr el maratón de Nueva York. Si vas a correr en tu ciudad, el día antes seguramente comerás en casa la comida a la que estás habituado y como mucho darás un paseo por la tarde. Pero si has viajado hasta Nueva York tampoco vas a estar encerrado en el hotel para no cansar las piernas. Lo normal es que hagas turismo por la ciudad aunque el día de la carrera vayas más lento de lo que quisieras. El maratón, aunque sea nuestro primer maratón y sea en Nueva York, no debe convertirse en lo más importante de nuestra vida (aunque hayamos estado meses pensado solo en ese día).
Pero bueno, en general, el día antes de la carrera intentaremos no cansarnos demasiado, no cargar las piernas con largo paseos por la ciudad viendo tiendas, irnos temprano a dormir y comer y cenar un poco más de hidratos de carbono de lo normal (pero sin pasarnos para no tener problemas digestivos).
A mí personalmente me gusta trotar una media hora suave por la mañana del día antes, pero mucha gente prefiere no hacer nada. Un consejo: no experimentes en un maratón, haz diferentes pruebas en otras carreras más fáciles.
Antes de ir a dormir hay que poner dos despertadores para tener tiempo por la mañana para todo. Hay que dejar todo preparado para la carrera: el dorsal bien colocado en la camiseta que hayamos elegido, toda la ropa lista, la crema de calentar (si la usamos habitualmente) o la vaselina para las rozaduras a mano, el reloj que vayamos a utilizar con la batería cargada a tope, los geles que necesitemos, etc. Hay que evitar tener que preocuparnos de algo a última hora por la mañana, pues eso solo nos causará estrés y ya iremos con nervios a la salida. En fin, haremos un buen repaso a lo que necesitamos y a todo lo que vamos a tener que hacer desde que suene el despertador hasta la hora de la salida para tener todo listo.
Si la salida está lejos del hotel, vete con mucho tiempo de sobra por si acaso.

La ropa
Durante las semanas de entrenamiento ya habremos elegido cuál es la ropa que vamos a usar en el maratón. Es conveniente tener dos opciones de camiseta, por si sale un día más caluroso de lo normal o por si sale un día frío y lluvioso. No vaya a ser que solo hayamos viajado con una camiseta de tirantes y luego resulta que amanece con 5ºC y con lluvia anunciada para toda la mañana.
Por supuesto no hay que estrenar nada el día de la carrera, aunque hayamos comprado en la feria del corredor el día antes los mejores calcetines anti ampollas del mercado. Como mucho podremos estrenar una gorra o unos guantes, ya que estos no van a dar problemas de rozaduras inesperadas.
Si queremos personalizar nuestro debut en la distancia del maratón, podemos prepararnos una camiseta con nuestro nombre. Dependiendo del maratón que vayamos a correr esto nos puede asegurar que nos animen más. Si lo hacemos en Nueva York, por ejemplo, si llevas tu nombre bien visible en la camiseta te vas a emocionar de estar un montón de horas oyendo tu nombre a gritos desde el público. Pero pruébala antes en varias tiradas largas para saber que no te produce rozaduras.

Antes de la salida
Desayuna bien, un poco más de lo normal pero sin pasarte, y con tiempo para hacer la digestión y para ir al baño antes de salir del hotel. Vístete con calma, ponte la cinta del pulsómetro (si lo usas), ajústate el reloj y prepara la mochila que necesites con la ropa que vas a llevar hasta la hora de salir y lo que necesites para cambiarte en la meta tras terminar la carrera (porque la vas a acabar, seguro).
Aplícate bien la vaselina en los sitios de rozaduras: dedos de los pies, axilas, pezones, etc. Si va a hacer sol échate crema solar, si estás habituado hazte un ligero masaje en las piernas con una crema calentadora (ojo, no te eches una crema que no hayas probado antes).
En los momentos previos a la salida es normal que tengas continuas ganas de ir al baño. Los nervios nos provocan esta sensación. Normalmente en cualquier carrera medianamente bien organizada hay baños a disposición de los corredores. Si no, busca un bar que esté abierto, donde puedas aprovechar para tomar un último café si tienes costumbre.
Por último, colócate en el cajón de salida en la zona que corresponda al tiempo que esperas hacer. Si crees que vas a terminar en 4 horas, no te pongas en la salida con los de 3:30 horas, ya que les vas a molestar y te van a pasar por encima en los primeros kilómetros. Si es tu primer maratón, a no ser que seas un atleta con experiencia y que sepas que vas a poder correr rápido, es mejor salir por detrás tranquilo y luego ir de menos a más.
Si a la salida va a hacer frío pero luego se espera buen tiempo podemos llevar una camiseta o un chubasquero viejo que luego lo podamos tirar en alguna papelera una vez que empecemos a correr.

La salida
Por fin llega el momento que llevamos meses esperando, se terminan los nervios, apretamos el botón del reloj y empezamos a correr (por cierto, si usas un reloj con GPS actívalo con tiempo ya que a veces tardan unos minutos en recibir la señal).
Los primeros metros pueden ser un poco caóticos con corredores que se cruzan con todos. Hay que mantener la calma, intentar no tropezarnos con nadie y dejar pasar unos minutos hasta que encontremos nuestro ritmo. Los primero centenares de metros es mejor hacerlos sin mirar mucho el reloj para evitar tropiezos.

Una vez que ya esté el pelotón estirado podemos empezar a concentrarnos en ir a un ritmo cómodo, más lento de lo normal para ir calentando. Ya habrá tiempo para apretar si el cuerpo lo permite.

Y el próximo día veremos cómo afrontar las fases del maratón para llegar con éxito a la meta final, que es nuestro objetivo.
Espero que con estos consejos tú también logres pasar la meta y experimentar la felicidad plena que te da terminar un maratón. A por ello.

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